Durante toda la noche, la actividad no ha cesado en el JPL desde donde se ha dirigido la misión. Ambas naves han recorrido las últimas horas en un estado excelente de salud, aunque dos horas antes del impacto los controladores de la misión informaron de un ligero balanceo de la antena principal de comunicaciones de Deep Impact aunque restaron importancia al asunto, que no afectaría al resto de los eventos.
A las 03:54 GMT se puso en marcha el sistema de navegación automático conocido como AutoNav. A partir de ese instante, la sonda impactadora tomaría de forma continua las imágenes de navegación para saber donde está con exactitud y en base a eso decidirá en tres ocasiones si debe encender los motores para modificar ligeramente su trayectoria y redirigirse hacia el centro del cometa. En el momento de colocarse en este modo, la sonda llevaba una desviación de 2 kilómetros respecto a una trayectoria perfecta, por lo que la primera maniobra se llevaría a cabo si la nave se ha percatado de ello. Los controladores en la Tierra ya solamente pueden sentarse a mirar y observar los datos recibidos que confirmen el buen funcionamiento de todo.
A las 04:25 GMT la sonda encendió durante 20 segundos sus motores, realizando la primera corrección con total exactitud (desviación respecto a lo previsto menor de un 0,1%), según confirmaron los controladores instantes después. El consumo de combustible fue pequeño y la sonda aun tiene 7 kilogramos en sus depósitos, una cantidad más que suficiente para realizar las dos maniobras previstas en los 35 minutos finales de la misión, aunque la más importante ha sido esta primera.
Minutos después los científicos dicen algo asombrados que la forma del cometa es más alargada de lo esperada, casi en forma de plátano, lo que dificultará más aun el acercamiento hacia el núcleo. Los ingenieros de vuelo sin embargo afirman a las 05:05 GMT que aunque no se llevaran a cabo las dos últimas correcciones de la trayectoria, el impacto será seguro.
A las 05:19 GMT se confirma que la segunda corrección también ha salido perfecta, con un gasto de combustible de tan solo 360 gramos, quedando aun 6,5 kilogramos abordo. En ese instante faltaban solamente 33 minutos para el impacto y por las pantallas de la sala de control ya se podía apreciar una enorme fotografía del núcleo del cometa en la que era perfectamente visible un gran cráter.
Veintiún minutos después, a las 05:40 se confirma que la tercera maniobra ha tenido lugar con perfección, gastando 370 gramos de combustible con una duración de 44 segundos. Las imágenes muestran cada vez más detalles de la superficie del cometa.
Y por fin, exactamente a las 05:52 GMT se pierde la señal de telemetría procedente del Impactador, algo que seguramente indicaría el impacto contra el cometa. Sin embargo hay que esperar la confirmación oficial y mientras ello ocurre las imágenes cada vez son más detalladas y sorprendentes mostrando numerosos cráteres en la superficie del cometa Tempel-1.
Primeras imagenes del nucleo con mala calidad, tomadas de NASA TV
Cinco minutos después, a las 05:57 GMT llega la confirmación oficial acompañada de una espectacular fotografía proyectada en las paredes de la Sala de Control en la que se observa un tremendo destello en la superficie del cometa, la señal que todo el mundo estaba esperando. La sonda Deep Impact mientras tanto sigue fotografiándolo todo con gran detalle con sus dos cámara de Alta y Media resolución, así como con los espectrómetros para conocer la composición del cometa. Se confirma además que la última fotografía obtenida por el Impactador fue 3,7 segundos antes del choque.
Trece minutos tras el impacto, a las 06:05 GMT la sonda nodriza pasa al ‘modo de escudo’ para evitar ser alcanzada por los restos del cometa en el momento de mayor aproximación a unos 700 kilómetros de la superficie del Tempel-1. Esos minutos serán aprovechados para enviar a la Tierra toda la información más importante del evento que estaba almacenada en los discos duros de la nave.
Confirmación del impacto en NASA TV
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